El torero poligonero

Hace unos días buscando una calle en el laberíntico polígono de Európolis, apareció de la nada un #torero vestido con un traje de luces lila.

Me impresionó tanto como si me hubiera encontrado a un oso panda. El hombre enjuto con el traje que le venía estrecho, luciendo pelo blanco y tristeza en la mirada, portaba un maletín negro por capote y con sus manoletinas del número 45, iba recorriendo el hormiguero de pequeñas empresas que se expanden por el polígono, supongo que en busca de su moroso de turno o de su toro embravecido, eso según se vea.

Un torero perdido en un polígono

Me topé con un torero perdido

Y es que la crisis ha dejado en las cunetas a muchos como al torero de esta historia y  a puesto del revés muchas vidas. Y mientras unos aún pueden «reinventarse», a otros los reinventan, los disfrazan y los dejan deambulando por la calle.

Me produjo tristeza ver a aquel anciano teniendo que trabajar con un uniforme que le ridiculizaba, para poder seguir comiendo y pagar sus facturas…

Todavía me acordaba del torero cuando al cruzar otra calle del mismo laberinto, le vi al fondo aún perdido.

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E.G.B. La Generación del «Corcho»

Mucho se ha hablado de mi generación, la generación E.G.B. Para mi la generación de los supervivientes o la del «corcho» porque siempre hemos salido a flote.

Nuestras madres embarazadas fumaban sin problemas, nuestros pediatras también y en la propia consulta.

Viajábamos en autobuses apretujados con el vecino de al lado prácticamente echándonos la ceniza. En el cine había doble sesiones, así que nos llevábamos la merienda, y en los reposabrazos de los asientos había ceniceros.

Bony-TigretónComíamos Tigretones, Bonis y Panteras. Auténticas bombas de grasas saturadas y colorantes.¡Viva el colesterol!

Nos ponían verdugos en invierno. Hoy por hoy nos hubieran confundido con un gran ejército de yihadistas enanos.

Estudiabamos solos y si suspendías te la cargabas.

Soportamos a Maria Luisa Seco, a Camilo Sexto y Demis Russos.

Íbamos en el coche de papá sin cinturones de seguridad y en moto sin casco.

07d159ce18db74f8e27ce34fb4fbd748Si quedabas y no venían, solo podiamos recurrir a la cabina. ¿Qué es eso de móviles?

En la tele había dos canales y los temibles 2 rombos.

6819b09debc8979a0b1855c7e64a06e4Los refrescos se bebían solo en los cumples.

Además sobrevivimos a la movida de los ´80, menos mal que yo aún era pequeña y no me dejaban salir. Aunque fue un momentazo espectacular con lo bueno y con lo malo.

Nuestras madres nos decían que en las piscinas públicas te podías quedar embarazada y que te tenías que tomar el zumo de naranja a toda velocidad, porque se le iban las vitaminas. ¡Que stress!

Nos ha pillado de pleno la crisis y la Era Digital. Y aún así, seguimos aquí adaptándonos y dando caña. Si eso no es tener madera de supervivientes… ¡Somos unos crack!

La opinión de Soficó. 13 años.

Qué no había móviles, ni internet, ni Instagram. ¿Conocistéis a los dinosaurios?Vamos, yo me muero.

Mañana volvemos a la crisis.

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Nunca nos hemos alejado de la crisis pero parece que en Navidad hemos querido sumergirnos en las fiestas, y olvidar por un momento nuestros problemas aunque, inevitablemente sigan donde los dejamos.

Al hilo de la crisis, os voy a contar algo que me ocurrió el otro día. Iba en el metro y como siempre en el vagón entró un músico. Era un chico negro y sólo nos pidió una sonrisa. Y para ello nos dió un buen argumento.

Nos dijo a todos los que estábamos allí, que con caras largas y deprimidas no solucionariamos nada, la realidad no cambia por ello, pero si nuestra actitud cambia y tratamos de poner un poco de optimismo, un poco de ilusión, este mal rato puede pasar más suave.

Además si buscas trabajo, siempre preferirán a alguién cargado de positivismo que a un deprimido que enturbie el ambiente de todos los demás.

Proyectar buen humor con una simple sonrisa, siempre te ayudará más y como en este momento sólo tú puedes ayudarte. Hazlo.

Aquel chico nos hizo sonreír a todos y no merecía una moneda, merecía mil. Sobre todo porque supongo que él, lo estaba pasando peor que algunos de los que estábamos allí. Ahora más que nunca necesitamos ilusión, sonrisas y buen rollo. De eso estoy segura.

Hoy Soficó no va a opinar.

Este es un tema en él que los niños no deben entrar. Feliz día para todos.