Hay imágenes que se nos quedan grabadas en la memoria por siempre. La mía es la imagen que formaban cuentas de colores al final de un tuvo negro.Lo giraba y cambiaba. Lo volvía a girar y volvía a cambiar.
Lo recuerdo como algo mágico, especial. Pasaba mucho rato mirando aquellas formas.
Ahora que las tardes van a comenzar a ser más largas y más oscuras, se me ocurre que puede ser una buena idea hacer un caleidoscopio con los niños. Es una forma de divertirse y a la vez de darle un poco de color a la tarde.
Os dejo 2 vídeos de cómo hacer un mágico calendoscopio, para que podáis elegir el que más os guste.
La opinión de Soficó. 11 años.
Yo tengo uno. Lo tengo desde hace mucho tiempo. Cuando era pequeña por las noches jugaba a que era un pirata que se dedicaba a mirar las estrellas. Hacía muchas formas. Uno se puede pasar las horas mirándolo.