O eso al menos es lo que piensan las hermanas gemelas Anne Sophie y Marie-Aldine Grirard. El libro que está revolucionando a las féminas francesas. Y cuando los franceses se revolucionan… echaté a temblar.
Todavía no está en España, lástima, pero seguro que llegará.
Y yo me pregunto: Realmente necesitamos ser perfectas, o simplemente mujeres que quieren ser felices con todas, nuestras divinas, imperfecciones.
Ser la más brillante en el trabajo, no vaya a ser que te pisen. Ser la más brillante el día que nos reunimos a cenar, con nuestras antiguas compañeras de colegio. No vayan a pensar que no hemos triunfado. Ser la más brillante amante de nuestro marido, no vaya a ser que nos lo quiten. La madre mas brillante, por si un día nuestros hijos descubren que no somos, ni mucho menos, perfectas.
Y todo ello a cambio de mucho sufrimiento, exigiéndonos esfuerzos extra y convirtiéndonos en pequeños monstruos intolerantes.
Quizá sea mejor poder reírse de una misma, seguir aprendiendo cosas nuevas de la vida y por supuesto, permitirse ser exactamente quien eres.
Ser imperfecta es maravilloso y mil veces más sano. ¿No crees?