La primera fue Cenicienta ¿Quién pierde un zapato y es capaz de guarda el otro? Eso es puro fetichismo, digo yo.
Source: revistasusana.com via Patricia on Pinterest
Únicamente Carrie Bradshaw haría algo así con sus «Manolos» de los que ha hecho un objeto de culto.
Source: trendencias.com via Patricia on Pinterest
Pero no sólo las pricesas de cuentos son fashion victim, también las princesas reales como Doña Letizia que en su momento puso de moda los Peep Toe, más conocidos entre nosotras por «Los Letizios».
Source: fashionindie.com via Patricia on Pinterest
Pero a ver, si es que no tenemos remedio ¿Qué es lo primero que se prueban las niñas del armario de sus madres? Sus zapatos de tacón. Andar con ellos las hacen sentirse mayores, más atractivas y sobre todo femeninas.
Desde luego algo de magia tienen. ¿Recordáis lo que ocurría cuando Dorothy hacía entre chocar sus zapatos camino de Oz?
Source: trendencias.com via Patricia on Pinterest
Fijaros, según el último estudio del Centro de Investigación de Informes del Consumidor de Estados Unidos. La mujer occidental cuenta con 19 pares de zapatos de media, aunque en realidad sólo usen cuatro pares habitualmente.
¿Cuándo se pusieron los zapatos tan de moda? Hasta principios del siglo XX eran más un utensilio para caminar que un objeto de deseo, pero en la primera década de dicho siglo, empezó a ser normal que una mujer de alta sociedad, se cambiase varias veces al día de calzado. Podían utilizarse hasta 8 pares diarios. ¡Increible!
Source: style-is-style.tumblr.com via Patricia on Pinterest
Sí. Nosotras nos enloquecemos con los vestidores pero en ellos hay una zona sagrada, el lugar reservado para los zapatos. Si pueden estar iluminados y tener baldas hasta el cielo, mejor.
Source: boyesgirl.blogspot.com via Patricia on Pinterest
¿Será verdad que nos hemos convertido en unas adictas?
La opinión de Soficó. 10 años.
Yo me vuelvo loca por los zapatos de mi madre me encanta probármelos y jugar con ellos a ser modelo pero en cambio los míos no me gustan tanto porque no tienen tacón.
Desde luego sí que tienen una magia especial. En cuanto te subes a unos tacones parece que tu cuerpo cambia y, es cierto, tus piernas se estilizan al momento e incluso te ves más delgada. También es verdad que con ellos somos víctimas de dolores insoportables (¿quíén no ha deseado descalzarse en una boda, después de unos cuantos bailes? Por cierto, qué gracia, sería una curiosa visión del cuento de Cenicienta, ja, ja, ja). Además, los impresonantes diseños que nos ofrecen capturan nuestra atención al instante como un hechizo. Eso sí, esa foto maravillosa que pones del vestidor de zapatos como un expositor más que magia es un deseo inalcanzable para la mayoría de las mortales.¡Qué envidia!
Me gustaMe gusta
¡Que bueno volverte a ver por aquí!
Me gustaMe gusta