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Ya está aquí de nuevo la Navidad y ya se sabe, una vez pasado el Puente de la Constitución todo se convierte en una carrera por llegar con todo listo a la cena de Nochebuena.
Esa noche por fin te sientas a la mesa familiar y respiras profundamente como si hubieses sido una participante de un insólito maratón contra ti misma. Que si los regalos, que si el menú de las fiestas, que si qué me pongo, por cierto que hay que poner el árbol y el Belén. Qué si el Belén necesita otro pastorcillo y ya que estamos, por qué no ampliarlo un poco más. No!!! que ya casi nos metemos con él, en la casa del vecino.
Pero de verdad de verdad, cuando ya podemos confirmar que ha llegado la Navidad es cuando aparece el turrón. Porque sin él parece que no existiera la Navidad.
Además curiosamente, es un dulce que sólo y exclusivamente tomamos durante estos días. Nadie te ofrece una bandeja de turrones en verano por ejemplo. Y si lo hiciera, tú pensarías que está loco o que como a ti, le a sobrado en cantidades masivas. Por que la verdad es que siempre nos pasamos comprando turrón.
Que si el duro, que si el blando. Que para los niños el de chocolate. Pero… vamos a probar alguno un poco diferente. En fin que sin querer te lías. El caso es que no puede faltar pero la gente no se lo come. Sí, tú lo enseñas, la gente ve que lo tienes, alguno coge algún trocito y ya está.Yo creo que en el fondo no le gusta a nadie. Pero sólo es una sospecha.
Y como ocurre todos los años, tú acabas con el turrón rodando por casa hasta ni se sabe o hasta el día que te hartas como yo, lo envuelves y se lo metes a tu hijo en la mochila, para que lo reparta por el patio del colegio. Eso si que es eficaz. Da igual lo que sea, es visto y no visto.
El caso es que me he puesto a pensar de dónde viene esta tradición tan nuestra y he mirado, donde mira todo el mundo cuando quiere consultar algo, en Wikipedia. Y he descubierto que es un dulce de origen árabe, lógico la almendra y la miel son dos ingredientes muy típicos de los postres árabes. Y son ellos los que lo trajeron hasta las costas mediterráneas, en particular a España e Italia.
Pero la versión española del turrón nace en Alicante en el siglo XV ¡ni más, ni menos! Y es en el siglo XVI cuando el turrón comienza a asociarse con la Navidad, como una costumbre de los sectores más acomodados de la sociedad. Claro, así me explico que lo tengamos completamente asociado en nuestro cerebro, generación tras generación, con los villancicos. Si en un en un juego de asociación de palabras de pronto te dicen turrón, seguro que respondes Navidad. Yo voy a hacer la prueba estos días.
Y hablando del tema ¿Cómo lo llevas? ¿Ya has comprado el turrón? Yo aún no. Así que me voy a por él, no vaya a ser que me falte.
La opinión de Soficó. 10 años.
No me sé las marcas de los turrones pero mi preferido es el de almendras, ese turrón duro, blanco y sabroso. Ese sí que es mi preferido. Pero la verdad es que me encantan todos los turrones menos los de chocolate. Me inventaría un turrón de un sabor que no séa dulce, que sea salado. Eso pienso yo.
¡Turrón! …. espero que te haya venido a la cabeza la palabra Navidad jejeje.
Muy interesante. No conocía la historia de la introducción del turrón en España y me ha encantado. De momento yo estoy esperando a ver lo que trae en lote de mi marido. En función de eso compraré más o meno. De todas formas el de chocolate con almendras ya ha caído. Besos.
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Veo que sí hay gente a la que le gusta el turrón.
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